En Junct Rebellion, Debra Leigh Scott y Chris LaBree han comenzado su particular batalla para luchar contra el hundimiento y la desaparición del auténtico sistema universitario americano. En su opinión, en los últimos 30 años se ha ido tejiendo una universidad corporativista, gobernada y administrada por una maquinaria que busca el beneficio inmediato y la generación de ingresos a partir de actividades de dudosa objetividad.
Siendo mas claros, los autores de este blog (que a su vez trabajan en un libro y un documental sobre este asunto) definen la universidad como una fábrica de títulos, una «Edu-fábrica», que considera a los estudiantes como clientes y contrata a profesores por semestres, pagándoles sueldos bajos y sin dotarles de recursos o formación para hacer frente a las exigencias del sistema.
En definitiva, las necesidades de los estudiantes, el valor del profesorado y la esencia de la investigación se reducen al mínimo en la búsqueda de un mayor número de ingresos que beneficie a unos pocos.
En su última entrada en el blog, How The American University was Killed, in Five Easy Steps (que ya cuenta con mas de 500 comentarios), hablan sin tapujos de la realidad del sistema educativo de educación superior americano y marcan 5 razones por las cuales la universidad ha sido y está siendo destruida:
1- Falta de financiación y reducción de fondos a las universidades públicas.
2- Empobrecimiento, desprofesionalización y falta de atención al profesorado.
3- Gobierno y toma de poder/control por parte de una creciente clase administrativa.
4- Aumento de la cultura corporativa centrada en el beneficio inmediato y la generación de ingresos.
5- Destrucción de la calidad del estudiante – destrucción de la calidad de la educación.
Quizás sea un buen momento para tomar nota y, sin llegar a un tono excesivamente derrotista, observar el estado y la situación de nuestras universidades. No me atrevo a argumentar una destrucción de nuestro sistema universitario pero algunos de los pasos o razones que explican en Junct Rebellion nos pueden ser muy útiles.
While claiming to offer them hope of a better life, our corporatized universities are ruining the lives of our students. This is accomplished through a two-prong tactic: you dumb down and destroy the quality of the education so that no one on campus is really learning to think, to question, to reason. Instead, they are learning to obey, to withstand “tests” and “exams”, to follow rules, to endure absurdity and abuse. Our students have been denied full-time available faculty, the ability to develop mentors and advisors, faculty-designed syllabi which changes each semester, a wide variety of courses and options. Instead, more and more universities have core curriculum which dictates a large portion of the course of study, in which the majority of classes are administrative-designed “common syllabi” courses, taught by an army of underpaid, part-time faculty in a model that more closely resembles a factory or the industrial kitchen of a fast food restaurant than an institution of higher learning.