Los diseñadores han recurrido a diversas interpretaciones funcionales y estéticas de los cientos de objetos que nos rodean. En la transformación y metamorfosis de esos objetos cotidianos hemos podido observar nuevos estilos, nuevas formas o nuevos usos. Aquello que parecía inalterable ha extendido su concepción y significado a partir de la visión del diseñador, de las necesidades y requerimientos del cliente o de los contextos y entornos sociales y culturales.
El resultado es el diseño de productos atractivos que, manteniendo su utilidad, provocan emociones diversas y se han convertido en objetos memorables. Objetos que van mas allá de la apariencia, del adorno o de la ornamentación y que, como dijo Charles Eames, son una expresión del propósito, un proceso de creación y expresión visual que mantiene la esencia del objeto.
El objeto no solo se ve modificado así mismo. Modifica conductas, comportamientos, habitos y rutinas. Crea o provoca historias, experiencias. Mantiene una disposición pero también modifica los límites de lo racional o de lo establecido, códigos y reglas de una sociedad que se beneficia de los desafíos y retos que se marca el diseñador. A su vez, éste tendrá que superar o reflejar con mas o menos acierto el estilo y el gusto de una época, la realidad cultural, tendencias, modas…
Todo ello sin olvidarse de las reglas naturales, de las necesidades, tanto del lado de lo físico (utilidad, uso, función, contexto) como del lado de lo simbólico (estética, imagen, lenguaje, discurso).
Diseñadores como Riccardo Dalisi, Frank Gehry, Philippe Starck, Achille Castiglioni o Dieter Rams tuvieron la oportunidad y el talento de diseñar espacios y objetos únicos, irrepetibles, fuente de inspiración para otros muchos diseñadores. Son diseños con los que puedes aprender mucho. Diseños que inspiran, atraen y que contienen historias sorprendentes. Son diseños que se pueden y se deben ver. Diseños visibles.
Puedes encontrar mas diseños en sitios como Cassina, Hive Modern o en CKIE, la tienda de Yanko Design.