El pasado 3 de diciembre publicaba Pere Rosales (@prosales) un tweet sobre el diseño del semáforo Eko. Una gran idea que, efectivamente, puede ser comparable a la barra de progreso de muchas aplicaciones y sitios.
El proyecto forma parte del showcase Relogik, del diseñador industrial Damjan Stanković. Pero creo que no se trata del único proyecto interesante. En todos sus trabajos se aprecia ese punto creativo que se incorpora al diseño respetando los aspectos más relevantes para el éxito del producto: utilidad, apariencia, racionalización, forma, usabilidad, placer…
No es tarea fácil y no logramos alcanzar esa conjunción tan rápidamente. El proceso exige hacer frente a muchos problemas relacionados en muchos casos con el significado de los productos, la cultura en la que están inmersos, el mensaje que pretenden trasmitir que les hace inalterables o, simplemente, su atractivo.
Pero viendo los trabajos de Stanković puedes ver que superar esas dificultades es posible. Se puede invertir por completo la experiencia con un producto o seguir manejando su atractivo sin perder funcionalidad o significado. Magníficos ejemplos que demuestran que podemos ir más allá de las consideraciones básicas para preocuparnos aun más de nuestro entorno y de nuestras actividades habituales.