Hasta el último píxel

Matt Ward plantea una reflexión sobre la visualización de los diseños web en diferentes navegadores titulada Down to the Last Pixel: The Pursuit of Perfection.

Asume, como todos hacemos cada día, que una interfaz web puede verse alterada por la forma que tiene cada navegador de interpretar el código y, en consecuencia, de mostrar un diseño exacto, medido y perfectamente ajustado a unas características que luchamos por corregir a cada minuto.

Píxeles

Cuando se trabaja sobre algo físico, rápidamente encontramos las limitaciones y trabajamos a sabiendas que no hay un botón de «deshacer» o «eliminar». Pero cuando tratas con material digital todo es relativo y está en continuo cambio (aunque también existan limitaciones). Medimos, evaluamos y corregimos todo lo que allí sucede y por mucho que nos empeñemos, todos los trabajos se van alterando y degradando en muy poco tiempo. Necesitamos inyectarles nuevamente tiempo y esfuerzo para que no pierdan orden y estilo.

De esta manera no hay productos finales. Hay productos iterativos porque queremos alcanzar la perfección en cada nuevo estado. La pregunta que hace Ward es:

¿Por qué estamos convencidos que es absolutamente necesario que los diseños tengan que verse de la misma manera en todos los navegadores?.

Alcanzar esa perfección haciendo que, en todos los navegadores cada píxel tenga su lugar, es una tarea que sólo un diseñador recién llegado al mundo digital puede exigir.

Look at your design in the latest version of Chrome and the oldest version of Internet Explorer that you support. Does the site look the same? Probably not, but better questions would be: is the content accessible? Is the design and layout attractive in its own right? Is the overall message (both literal and implied) fully conveyed?

If you can answer yes to all of these questions, then that’s an excellent indication that you have created a strong, usable design, even if it doesn’t render exactly the same in all browsers.

No puede convertirse en una obsesión porque en muchas ocasiones no es más que eso, una obsesión. Los usuarios esperan que una página sea útil, usable, legible, accesible… para ellos y poco o nada les importa si los elementos de lista de un menú, colocado en horizontal en la parte superior, se desplaza 10 píxeles a la derecha cuando utilizamos versiones anteriores de un navegador.

Ya sabemos que en los pequeños detalles está la diferencia pero «nadie va a mirar mal» tu sitio o página por esas pequeñas diferencias. Completamente de acuerdo con Matt Ward que cuando hablamos de diseño web y de visualización en navegadores la perfección no se puede medir en términos de píxeles.

1 comentario en “Hasta el último píxel”

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