La universidad española empieza a mover ficha en el mundo del contenido abierto (open-content) y lo hace tomando nota de los generosos resultados del OpenCourseWare (OCW) del MIT.
La buena relación mantenida durantes estos últimos años entre Universia y el MIT, basada principalmente en la traducción de buena parte del material ofrecido en abierto por la institución americana, ha permitido que algunas de las universidades involucradas en este proyecto se lanzaran a replicarlo en nuestro país y comenzaran a preocuparse por ofrecer contenidos docentes en abierto.
La Universidad Politécnica de Madrid, una de las universidades más activas, ha acogido recientemente un encuentro con representantes de universidades españolas para presentar el proyecto OCW_Universia, «una iniciativa que permite a los usuarios acceder libre y gratuitamente a los materiales desarrollados por los profesores universitarios, organizados en asignaturas de los planes de estudios».
Sin duda la idea me parece necesaria y creo que se adecua claramente a los propósitos futuros de una universidad que necesita superarse en muchos aspectos en los cuales ha sido siempre pionera.
Por otra parte las circunstancias actuales nos indican que proyectos de estas características pueden complementar la labor que muchos docentes realizan desde hace años y de forma particular a través de sus blogs, páginas personales o páginas de asignaturas.
Ahora bien, con este planteamiento comienza otra dura batalla que consiste en ver que universidad obtiene la mejor y más amplia plataforma, el mayor número de visitas, el mayor número de alumnos, los mejores contenidos y la calidad más envidiable. Y por supuesto quien tiene las mejores relaciones con Universia.
Evidentemente esto forma parte de una realidad competitiva inalterable pero… con la cantidad de frentes abiertos por estas instituciones…¿esto es necesario?. No dudo del proyecto, no dudo de quién lo está haciendo posible, dudo de la forma de abordarse, de la forma de publicitarse. Dudo de aquellos que todavía no lo conocen y toman decisiones en el ámbito universitario. De aquellos que deciden no publicar en Internet si no es con un «suma y sigue» en su currículo y en la supuesta acreditación «obligatoria». ¿Cuál será su opinión?¿Estarán dispuestos?¿Ayudará esto a acercarnos a la innovación y a excelencia que tantas veces se reclama?.
La movilización del profesorado es una de las grandes dificultades pero también lo es la situación actual de cada universidad o el tipo de contenido que se pretende ofrecer. Sobre esto último precisamente encuentro algunos errores en la versión americana de los que tendríamos que aprender. Pero esto ya es otro tema.
Me quedo con el eslogan, «conocimiento sin compartir, no es conocimiento», y con las ganas de comenzar a participar de esta iniciativa.
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